Páginas

miércoles, 16 de marzo de 2011

¿Pilotes o micropilotes (II)?

                        Desde luego una de las condiciones excluyentes para los pilotes es el tamaño. Hay obras que por sus características no admite la entradas de máquinas grandes. No se puede meter una máquina de pilotes en un sótano para hacer un recalce.
                        Pero, ¿qué pasa con los materiales? Si bien es cierto que en un pilote ejecutado in situ el coste del material es mucho más pequeño que la tubería o la lechada de un micro, lo compra el cliente (en casi todos los casos) dependiendo de otros suministradores (ferralla y planta de hormigón) mientras que las empresas de pequeño diámetro aporta directamente los materiales, elaborando la lechada en obra.
                        Las posibles pérdidas de material, excesos o retrasos producidos por el suministro queda, en el caso de los pilotes, de la mano del constructor o de la propiedad de tal manera que una de las partidas más conflictivas a la hora de cerrar el importe de una obra son las horas de parada que el similar intenta cobrar aduciendo causas ajenas a él. ¿Qué se retrasa una bombona de hormigón? Pues nada, horas de parada.
                        Los sobreconsumos de hormigón para un pilote varía entre un 15 y un 30%, concepto que no se suele tener en cuenta a la hora de evaluar una obra.

Seguiremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario