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Si has llegado a este blog es porque estas buscando información de qué es un micropilote o un recalce, ya sea por temas académicos o porque te ves en la necesidad de usarlos para solucionar un problema de cimentación. Intentaremos, desde aqui, aportarte la solución o la orientación necesaria para solventarlo.

Queremos participar en todas las fases del proyecto, tanto para solucionar un problema de asentamiento como para definirlo, de manera que se plantee desde su redacción una solución viable y ajustada economicamente. Como en otras muchas disciplinas, no nos quedamos sólo en el mundo de los micropilotes, pudiendo aportar soluciones de otros tipos de cimentación (muros pantalla, pilotes, anclajes, etc). Para cualquier consulta, estamos a tu disposición. Nuestra dirección de correo electrónico es micropilotes.clg@gmail.com

lunes, 22 de agosto de 2011

Los pilotes tipo CPI-8


            Por cambiar un poco, aunque no dejaremos en el saco del olvido la resolución de los encepados de los micropilotes.

           Vamos por orden. El pilote tipo CPI-8 es el más sencillo y el más BARATO después del CPI-7. Tiene una grandísima ventaja con relación a otros pilotes y es que, si está correctamente ejecutado, no supone incremento de dinero si hay desprendimientos en el terreno. Vamos, el chollo para los arquitectos.

Pero también tiene sus inconvenientes: el terreno duro.

¿Cómo se ejecuta? La barrena de un pilote CPI-8 es continua, con lo que no existe un kelly que la introduzca en el terreno. La barrena se mete en el terreno por rotación y el empuje no se hace con una botella hidráulica, sino que baja por su propio peso.

¿Qué se controla básicamente durante su ejecución? La velocidad de giro. Es un tornillo largo, no tiene más misterio. El secreto es el procedimiento de trabajo.

La barrena se mete en el terreno por rotación hasta la profundidad de proyecto; es hueca, con lo que se puede inyectar hormigón por el centro. Pues bien, una vez a profundidad final, se tira de la barrena hacia arriba sin girar y, al mismo tiempo, se inyecta el hormigón por el hueco central de tal manera que el hueco que deja la barrena en el terreno lo rellena el hormigón inyectado. De esta manera, no puede haber desprendimientos porque hay sitios para que se pueda caer el terreno.

Se sigue el proceso hasta que se saca la barrena del terreno, comprobando que la inyección deja hormigón sano en cabeza.

Posteriormente, se introduce la armadura en el seno del pilote, dejándola  a la altura requerida.
Hasta aquí, es fácil. Ahora vamos a los pormenores.

Como hemos dicho, la máquina es distinta a las de CPI-7. Os pongo una imagen, del catálogo de Llamada. Y que menos que poner su dirección e indicar la gran calidad de la gama de productos que desarrolla.




Desaparece el Kelly, el mástil es más grande porque la barrena puede llegar a medir entre 15 y 30 metros, tiene contrapesos importantes en la parte trasera de la máquina y debe ir acompañada de una bomba de hormigón sobre orugas que va unida mediante una manguera a la parte superior de la barrena. Por cierto, la bomba es una pasada y verla trabajar, más aún. Si tenéis oportunidad, fijaos que merece la pena.

Su tiempo de montaje y desmontaje es mayor, por la envergadura de la máquina. Las barrenas normalmente vienen en tramos de 6 metros, excepto las cabezas que son más pequeñas por razones de mantenimiento. Una disposición típica podrías ser tres tramos de 6 metros y uno de 3.

¿Para qué está pensado este tipo de pilote? Para terrenos tipo marisma, sin demasiada cohesión. Perfectos para la playa (no para todas, claro) o para una zona pantanosa.
¿Por qué? Porque como no tiene mesa de empuje, no puede perforar terrenos excesivamente duros (la gente que sabe me dice que hasta unos 30kg/cm²).

Seguiremos.

viernes, 12 de agosto de 2011

PILAR-ENCEPADO-MICROPILOTE (0)


Volvemos al tajo, de manera constante, espero.

Nos quedamos "ayer" en analizar como se resuelve la unión de los micropilotes con los encepados para absorber la transmisión de cargas de los pilares a los micropilotes.

Es, evidentemente, un problema de cortante: o sea, la carga total que debe transmitir el encepado se debe hacer a través de la superficie de contacto de la armadura del micro que está embebido en el encepado; en otras palabras, la resistencia unitaria del rozamiento entre la tubería del micropilote y el hormigón del encepado, multiplicado por la superficie de contacto del micro dentro del encepado debe ser igual o mayor que la carga que debe absorber el encepado.

Leedlo despacio, que es muy fácil. ¿Y cuál es el problema? Pues que el valor de ese rozamiento es muy bajo y la carga del micropilote, por usa tubería de hormigón, suele ser bastante alta. O sea, que para poder desarrollar el rozamiento necesario necesitaríamos un canto de encepado inabordable.

¿Y que opciones hay? Pues aunque seguro que deben existir muchas opciones (y seguro que muy buenas) yo conozco tres conjuntos de soluciones que se podrían clasificar por naturalezas:


  1. Aumentar el rozamiento de los micropilotes: son soluciones que intentan aumentar el rozamiento unitario del conjunto encepado-micropilote. ¿Cómo? Soldando barras corrugadas, haciendo aletas de distintas formas y maneras, etc. Os puedo asegurar que si no he visto 20 modelos distintos de aletas, no he visto ninguno. Desde luego, la más fácil es soldarle unos redondos corrugados en los laterales. ¿Cuántos? ¿De qué diámetro?. Lo veremos.
  2. Poner un tope embebido en el encepado. Esta solución se la tengo que reconocer a Micros. Le ponen un tope al micropilote en la parte de arriba, como si fuera un sombrero, soldado a la parte superior del micro si es a tracción o simplemente apoyado.
  3. Por debajo del encepado: ésta es la que me parece más imaginativa. Con una barrena que se abre por debajo del encepado, crean un sobreancho que sirve como tope del micropilote y aumenta la superficie de cortante.

Seguiremos